sábado, marzo 14, 2009

Son sólo las primeras noches tristes. Hace demasiado calor,
pero quiero fiarme de las filósofas de los váteres.
Hace un año hablé de la magia eléctrica y poco a poco fui desvelándoos cada micro fibra de mis uñas. Han pasado tantas cosas, han cambiado tantas otras que a veces no recuerdo si esto que hay aquí escrito es verdad o ha sido sólo un sueño.Qué eléctricas sorpresas, qué eléctrica felicidad abrir el blogspot y saber que alguien ha estado leyendo mis versos o mirando las fotografías. Qué miedo, también, al esperar su reacción, aunque creo que es esa la finalidad del juego del blog, intentar compartir con los demás todo lo mejor de uno mismo de la manera más bonita posible.
Sé que debería hacer lo mismo en la vida real porque también creo que en ésta, la finalidad del juego es casi la misma, intentar compartir con los demás todo lo mejor de una misma de la manera más bonita posible; y la mayoría de las veces eso no lo consigo, pero lo peor es que tampoco sé cómo solucionarlo. Por eso a veces pienso que soy como una máquina, mi corazón funciona al enchufarlo a la corriente y para llamarme hay que escribir mi dirección electrónica completa. Soy el ejemplo adolescente del siglo XXI, una máquina sin pilas, un trozo de metal cuyos ojos son pantallas planas.

1 comentario:

eliú dijo...

eléctrica conclusión...