Hace tanto tiempo que no estás que casi no sé cómo hablarte. A veces ni siquiera puedo recordarte con exactitud, sólo detalles. La sonrisa casi siempre, muy grande, tu pelo, algunas canas en la barba, las manos fuertes y tersas. Hay hombres cuyas palmas son más suaves, y tú las tenías así. También me acuerdo de tu paciencia, tu infinita paciencia, y el modo en que rompías a llorar en ocasiones, las veces que intentaste explicarme cosas y el modo en que lo hacías, siempre tan sincero. Nunca me mentiste. Y las cosas que me ocultaste, ahora lo sé, yo no debía conocerlas en aquel entonces. Las que me dijiste cuando casi te marchabas fueron las más duras, y también las que me hicieron más fuerte. No ocultes tus ojos si lloras, me decías. Cuando yo me muera, no ocultes tus ojos con gafas si lloras, no lo hagas, por favor. Eso decías, que no ocultara mi dolor, que si lloraba dejara que se viera. Y yo no pregunté por qué. Cosa rara, ésta. También dijiste que ese día teníamos que ir a cenar, todos juntos, los amigos, los unos y los otros, y brindar por ti, por lo bueno que hubieras podido darnos. Y no lo hicimos. Y ahora yo no sé, cómo explicarte, la persona que soy, las cosas que han ido pasando. Y ahora que crezco tan rápido, que las preguntas son tantas, que tengo tanto que decir y tanto que aprender al mismo tiempo, no podemos hablar. No, no podemos hablar. Yo quiero hablar contigo, aquí, por ejemplo, con esta luz y en esta ciudad, y no puedo. Es terrible. Porque he crecido y no lo has visto, te lo has perdido. Porque como no estabas hubo veces en que crecí a estirones. Y cuando consigo cosas, cuando alcanzo ambiciones o me suceden historias hermosas, me falta el placer de contártelo.
1. La abuela bebe leche con calcio.
Via Láctea. gianko toma caipirinha.
2. La abuela no quiere que tome leche de soja.
Bebo vodka naranja en La luna.
3. Aaron dice “Tamara, quiero un café bombón”.
Tamara dibuja a un hombre.
4. jenni escribe una carta a su Hombre:
“Cariño. Tu óxido líquido abraza mi garganta”.